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El juicio por supuesta prevaricación y retardo malicioso al juez
de Familia de Murcia Fernando Ferrín Calamita quedó ayer visto para
sentencia tras una vista en la que el acusado no logró controlar los
nervios
Última actualización 03/12/2008@20:57:37
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El magistrado Ferrín Calamita
volvió a sentarse ayer en el estrado vestido con su toga de juez.
(Foto: JCC)
El magistrado Fernando Ferrín Calamita, juzgado por
el tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) por un delito de
prevaricación por retrasar presuntamente la adopción de una menor
por una mujer homosexual, aseguró ayer en la última vista del juicio
oral que “este juicio nunca tendría que haber comenzado” y cerró su
derecho a la última palabra afirmando que “si me declaran culpable
será porque Dios lo ha decidido así y me tiene preparado otro
trabajo mejor.”
El juez daba así por finalizado un juicio en el
que tanto el fiscal como a acusación particular dejaron abierta la
posibilidad de que pueda ser condenado por un delito de forma
culposa, es decir, cometido sin intención.
En esta última
sesión, en la que el Tribunal daba el proceso como visto para
sentencia, la acusación particular elevó sus conclusiones finales,
en las que pide 18 años de inhabilitación por prevaricación, aunque
subsidiariamente propuso otras formas delictivas como prevaricación
continuada o retardo malicioso, que supondrían otras penas
inferiores.
Calamita negó en todo momento haber tenido
intención de quitarles a la menor, como aseguró el magistrado de la
acusación particular, José Luis Mazón, en la presentación de su
informe, y añadió que “sólo velé por el interés de
Candela”.
Aunque admitió que cometió un error al solicitar un
procurador para la madre adoptante, declaró en este punto que “eso
nunca será un delito”.
El acusado pidió su absolución y la
devolución de su puesto de trabajo en un juicio que tachó de
“político e injusto, porque se me juzga sólo por ser católico” y
repitió, como ya dijese en su declaración, que “si el informe
hubiera sido el adecuado yo lo hubiese aceptado, lo crean o
no.”
A la salida de la sala, el magistrado aseguró a los medios
de comunicación que espera que “se haga justicia”.